lunes, 7 de junio de 2010
Cuando empezaron a salir de sus madrigueras
Cuando empezaron a salir de sus madrigueras, los caracoles voladores se dirigieron al pub que regentaba la cigarra molona. En una esquina, uno de los caracoles observaba las hermosas antenas de una gasterópoda asidua al pub. Pensó en cómo sería la vida junto a ella, con esos tentáculos, esa concha… era la mayor expresión del hermafroditismo. Se alegraba de que la vida pasara tan despacio, pero lamentaba que ella sacara sus alas a volar cuando notaba su presencia. Entonces el caracol se acercó a la barra y vio la imperfecta espiral de su amiga terrestre, ésa de la que todos se reían por no tener alas. Y entonces recordó aquellos paseos con ella en el jardín de aquella casa y el aroma de su mucus al arrastrarse, y por fin se dio cuenta de que la vida de un caracol no pasa volando
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Gracias a Aída Martínez por la frase de comienzo. Ya sabéis que podéis darme una frase para empezar el microrelato. ¡Animaos! Espero que os haya gustado.
ResponderEliminarcuando empezaron a salir de sus madrigueras, poco a poco los iban ejecutando sin piedad. A manos de cazadores despiadados, toda una estirpe de conejos cayó bajo el sol de la mañana pensando en la hierba fresca que iban a degustar...
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