Lo ha vuelto hacer, otra vez, sin mi permiso. Hoy me ha cogido despistado, era muy temprano y aún no me había lavado la cara. Cuando he ido a secarme con la toalla, he visto que ya había echado el pestillo. Luego, al hacerme el desayuno, antes de que me diera cuenta, ya había metido las rebanadas de pan en la tostadora. En el ascensor, me he cruzado con un vecino, que me ha dado los buenos días y me ha preguntado qué tal estaba. Sin darme tiempo a reaccionar, le ha contestado que bien. De camino al trabajo me he parado en la administración de lotería y, mientras tarareaba una canción que no recuerdo dónde había oído, ha rellenado la primitiva. Sentado delante de mi escritorio, ha comenzado a estampar sellos en los formularios que me iban llegando a las manos. Para cuando me he dado cuenta, ya había contestado más de cien y era la hora del almuerzo. Ha pedido el café por mí, luego ha continuado trabajando, ha fichado sin que yo viera cómo sacaba la tarjeta de la cartera y ha cogido el autobús de vuelta a casa. Ha sonado el timbre y ha entrado una mujer en minifalda. Luego me he tumbado en el sofá. Antes de acabar el cigarrillo, ha sonado un portazo que me ha devuelto a la realidad, los futbolistas ya corrían detrás del balón en la tele y el microondas se quejaba de darle vueltas a los canelones. "Esto no puede seguir así" he pensado. Me he levantado, he ido al cuarto de baño, he puesto las manos en el lavabo y, mirándole fijamente, le he dicho: "Que sea la última vez que echas un polvo sin mí".
Hoy en el blog:
verano de incendios, hoy le toca a Murcia, la curiosa procedencia de un jugador de la selección serbia de baloncesto, las polémicas declaraciones de Jaime Lissavetzky, recordamos el David de Miguel Ángel y al actor de doblaje Ricardo Solans con la música de Dugstore. Y estrenamos nueva sección: "Secuencia del día", donde recordaremos las mejores escenas de las mejores películas.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
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