Arenal Sound: Vetusta sí que Morla

Y llegó el día. De camino al recinto (y con la hora justa) tenía ese pensamiento como cuando vas a ver a tu equipo en una final y, de repente, te pasa por la cabeza la idea de "y si pierden". Obviamente no lo dices en voz alta, por si eso ocurre. Te lo guardas para ti y no lo compartes, lo sufres solo. A mí me pasó igual: ¿y si Vetusta Morla no eran buenos en directo? ¿Y si Pucho no cantaba bien? Después de entrar con una marabunta de gente a la que el personal de seguridad no pudo ni controlar que llevara la pulsera acreditativa, teníamos la duda de si empezarían con "Autocrítica" o "Los días raros". Enseguida se disiparon ambas dudas: el concierto empezó con la canción que abre el segundo disco y comprobamos que Vetusta Morla suena muy bien en directo. En algunas canciones se le notaba a Pucho un tono algo más grave (lo de este chico no es normal, a ver si le cambia la voz algún día, si no fuera por la barba diría que tiene quince años), pero cuando la melodía exigía agudos, ahí estaba él. Si no cuento mal, sonaron 16 canciones (del nuevo disco solo se dejaron dos) a cuál mejor. Hasta "Maldita dulzura" que en el disco no me dice nada, me puso los pelos de punta. La gente no paró de bailar (y de cantar), es lo que tiene cuando todas las canciones (excepto dos o tres) de tus dos discos son muy buenas y tan potentes. Nunca una clase de geografía había sido tan cañera. A todos nos quedó claro que Quito es Ecuador y Lima está en Perú, nos lo hicieron saber a golpe de bombo. Y también nos quedó claro que cuando vuelvan a tocar, allí estaremos. El problema será cuando saquen otro disco porque, si es tan bueno como los dos anteriores, van a necesitar conciertos de tres horas para no dejarse nada digno de escuchar.