Lori Meyers, Sala Opal de Castellón

Y los vi al fin. Después de no coincidir con ellos en el último FIB y el en Low Cost del año pasado, Lori Meyers tuvo el detalle de actuar anoche en Castellón para que por fin pudiera verlos en directo. El concierto, así como el sonido y el público fueron de menos a más. Las canciones más lentas y menos chulas fueron las que sonaron primero, con la guitarra de Miguel que, al menos por mi zona, hacía un eco que te cagas y hasta molestaba en algunas canciones. Pero antes del bombazo de "Viaje de estudios", para mí su mejor canción de la noche, el problema ya estaba resuelto y ya todo sonaba mucho mejor, ellos estaban más sueltos y nosotros más entregados. 

Sonó todo el "Cuando el destino nos alcance" a excepción de la última pista. Todas las demás, sonaron, hasta las de piano. Que a juzgar por cómo Noni agarraba el micro y se cogía la chaqueta se podría decir que tenía el Casio que guardo en el trastero de mis padres en modo "Demo". Creo que todos hemos fingido tocar mientras sonaba esa melodía inolvidable... Después se fueron, se apagaron las luces y tardaron más de la cuenta en volver. Pero entonces sí, llegaron "¿A-ha han vuelto?", para que pudiéramos bailar como nuestros padres en esos guateques sesenteros y "Mi realidad" para que la gente acabara por dejarse la voz. Y se fueron otra vez. Pero regresaron para cerrar con "Alta Fidelidad" y la nostálgica "La caza", donde hicieron un guiño al mítico "De viaje" de los también granadinos Los Planetas. También muy emotivos fueron su "Tokio ya no nos quiere" y sus "Luces de neón". Eché de menos su "Ham'a'cuckoo", pero ya se sabe que todos los grupos siempre se dejan algo bueno. Noni acabó sin camiseta dándolo todo, al más puro estilo Mickey, el gitano de Snatch, salvando las distancias, pero todo sudado, echo un palo y con los vaqueros parecía que viniera de un combate de boxeo sin guantes. El momento gracioso parecía ser uno de tantos en los que el público le lanzó prendas como una bufanda del Granada C.F. o cuando Noni se encendió un cigarro a mitad de concierto, gesto que secundó gran parte del público. Pero no, el momento más gracioso fue cuando alguien de la primera fila vio pasar un globo por encima y lo hizo explotar con una palmada. Esto ocurrió en la cara de Noni, quien no pudo aguantar la risa mientras cantaba y dejó escapar un gallito. Muy chulo este directo que ya tenía ganas de ver. Mucha música buena, mucho que bailar y un grupo con ganas de actuar. Espero verlos pronto otra vez.