Pero, ¿tú estás a gusto?

Así de fácil. Lógica aplastante. Como la idea del ministro de Economía alemán, Rainer Brüderle, de subir los sueldos a los trabajadores: si la gente tiene dinero, se lo gasta, hay consumo, salimos de la crisis; si no tienen un duro, nadie gasta. Hay problemas que tienen una solución tan clara que, a veces, cuesta encontrarla, de lo obvia que resulta. Como los putos árboles que se empeñan en tapar todo el bosque.
Y ya puedes darle vueltas: no me siento valorado, mis compañeros no me ayudan, mi jefe me miente, odio tener que viajar de pie en el tren, la gente no se aparta en las escaleras mecánicas, me siento solo... pero tres meses así aguanto, tampoco está tan mal. Y el dinero es el dinero. El dinero es una mierda que se ha inventado para que la gente no sea feliz. Es mejor tener a la gente controlada, preocupada, con miedo a hacer lo que quiere por si se queda sin su único recurso, motivo de discusión demasiadas veces entre amigos y familiares. Te puedes pasar un día entero así (y más tiempo). Por suerte, yo te tengo a ti, que con una simple pregunta, me das la respuesta. Y tras oírla, me dices "pues vente pa casa, ya saldrá otra cosa".
Para estas situaciones, el Doctor Jack, experto gigante en miedos y pesadillas, recomienda leer el último libro de Mathias Malzieu. Y luego los Lakers juegan contra el Barça, ves un concierto de Arcade Fire o te tomas una cerveza en casa, que ya estás harto de pubs. Y la vida sigue, pero ojo, que si no estás a gusto, sigue sin ti.