Tasa turística

Sí, sí, sí. Ya está aquí. A nuestros queridos vecinos catalanes se les ha ocurrido la genial idea de cobrarte una tasa turística por hospedarte en uno de sus hoteles, o tasa "porlacara" como también se conoce. Esto es que, como te alojas en un hotel, se te considera turista (da igual que vengas de China, Francia, Madrid o Santa Coloma de Gramanet) aunque tú estés allí por trabajo. Esto es como si vas a la panadería y pagas por la barra de pan, pero antes de salir del establecimiento te cobran una tasa porque te vas a comer esa barra. A partir de los 16 años no se libra nadie (mentira, los abuelos del Imserso sí se libran, cómo no). Aquello que cantaba Calamaro de "qué más quisiera que pasar la vida entera siendo estudiante el día de la primavera" ha sido superado, yo quiero ser del Imserso. Si ya te lo pensabas dos veces antes de irte un fin de semana a Barcelona por el precio del Euromed y la cantidad de peajes que hay en la AP-7, ahora que sabes que en hoteles de 5 estrellas te soplan 2,5€ por persona y noche y casi 1€ en todos los demás (sean hoteles, hostales o albergues) te lo vas a pensar tres veces.

Mi consejo si vas desde el levante español es que cojas la A7 hasta Torreblanca, allí la AP-7 hasta Hospitalet del Infant (pagarás menos de 15€) y desde allí A7 de nuevo hasta Altafulla, donde ya te toca coger general (una horita por lo menos) hasta El Prat de Llobregat. Allí puedes dejar el coche junto a Avenida Remolar (en la calle pero sin zona azul ni verde) y hospedarte en el Hotel Ciutat del Prat, que sale bien de precio y queda a diez minutos de la estación de tren, donde puedes sacar una T-10 por 9,50€ y hacer todos los transbordos entre cercanías, metro y bus que quieras para llegar al barrio de Barcelona que quieras. Si quieres meterte con el coche en Barcelona, mejor con GPS y para aparcar que sea sábado o domingo (las zonas azul y verde no se pagan esos días) porque entre semana, vas listo.

Seguirán poniendo más tasas y al final se nos quitarán las ganas de ir a Cataluña, pero, de momento, hay forma de visitar esa tierra tan bonita y volver con los dos riñones a casa.